lunes, 5 de diciembre de 2011

Recuerdo



Siempre guardé una sonrisa para un día como hoy,
Que me alejo en silencio,
Preso de un grito que me nace e intento contener.

Hoy, que tu beso dulce se me aleja en la cercanía de tu cuerpo.
Hoy, que observo rendido como los atardeceres se queman en el calendario
Y los días se acumulan como hojas en un gris y triste otoño.
Hoy, que el viento que una vez me acercó tu perfume y tu caricia ha decidido no soplar.

Siempre guardé una sonrisa para un día como hoy,
Que me despierto en el recuerdo de este sueño, de esta ilusión;
Que yo elegí  soñar, que yo elijo seguir.



martes, 22 de noviembre de 2011

Invitación






Su sonrisa (La que muestra cada dia)
Es esta noche mas fuerte,
Se acrecienta con los tintes de ese trago
Que sus labios han besado mas de una vez.

Su elegante andar a cambiado
Por diagonales pasos,
Que la hacen caminar sin rumbo.

Su charla pausada
Se repite un par de veces (entre risas que contagian)
Dando siempre una nueva versión.

Pocas cuadras caminamos juntos
Ella se aferra de mi brazo, que cede
Y se divierte guiándola.

Al llegar, se recuesta buscando abrigo
Y el pelo le tapa el rostro.
Con su mano derecha
Se deshace la cortina que sus cabellos han formado,
Sus ojos me invitan, con su mirada embriagadora;
… y yo me emborracho en su amor.






miércoles, 9 de noviembre de 2011

Ángel Hermoso



Ángel Hermoso

¿Dónde escondes tus alas?

Las busco vanamente,

Las he visto, pero no las alcanzo.

Las dibujo en mis caricias,

Que se borran cuando te vas.



Ángel Hermoso

Enséñame tus alas, Enséñame a volar.

Cuando te vayas nuevamente

Cuando nazca la luz el Sol;

No me dejes sólo, llévame contigo,

Enséñame a volar!

Atrápame en un abrazo que sea eterno,

Quiero que me lleves, quiero que me eleves.

Quiero perderme en el infinito del cielo,

Quiero volar por siempre contigo y no volver jamás.





sábado, 22 de octubre de 2011

Desencuentros


Ella, llegó caminando. Paso tranquilo. Hizo del borde de la vereda de adoquines un banquito para dos. Tenía la mirada llena de un amor esperanzado, sus ojos brillaban en la oscura noche que no mostraba la luna, solo un par de estrellas. Miraba hacia el lago, y una suave brisa le acariciaba la mejilla. Su pelo volaba.
Miró su teléfono, escribió algo y lo guardó. Sentada de piernas cruzadas depositó nuevamente su mirada en el lago, que no se diferenciaba de  las montañas gracias a la oscuridad.

Un chico esperaba con la misma actitud a no se quien, sentado a pocos metros de Ella.
Los dos tan diferentes y tan iguales. En la misma posición, el mismo gesto en la cara, la misma esperanza: Que llegue.

Los minutos pasaban y el reloj no marcaba ninguna hora especial (como las “en punto”, o las “y media”). Era tarde. Los dos sabían que la persona que esperaban no iba llegar. Y poco a poco, el viento les borró la sonrisa.
Ella miró hacia un costado, y El levantó la mirada sobre su hombro derecho. Se vieron. Sus ojos entendieron todo. Estaban solos, pensaron que cada uno era o podía ser la persona que el otro buscaba, pero un segundo más tarde sus miradas (que hablaban a la par) se dijeron que no.
Se sonrieron y miraron el piso, la arena. Se quedaron así.

Otro joven, de remera color rosa y paso apresurado, se metió en la triste imagen. Pensé que quizá seria el inspirador de la mirada de Ella, pero no lo fue.
Entre la oscuridad miró hacia todos lados, esperando encontrar lo que buscaba. No la vio. La vio a Ella, sentada mirando el suelo. Frenó, la observó y se dio cuenta que no era quien buscaba. Suspiró y siguió su camino por la arena, se perdió en lo más oscuro de esa hermosa y calida oscuridad de una noche de verano.

Tres desencuentros.

Sentado, me quedé junto a los tres.
Yo no esperaba a nadie, ya sabía que no iba a llegar.
Me di cuenta que los desencuentros eran mas de tres, y en esa triste imagen yo también me congelé.




domingo, 9 de octubre de 2011

Despertar



Abrir los ojos y ver tu sonrisa,
Que acaricia mi mañana, que despierta mis sentidos.
Despertarme.
Despertar mis brazos para abrazarte,
Despertar mis manos para acariciarte.
Despertar mi sonrisa para encontrarla con la tuya.
Despertar y oler tu perfume.
Despertar y sentirte cerca Mio,
Tan cerca como supe imaginar.
Despertar tu cuerpo y su calor
Que me abrigan por las noches.
Despertar los corazones para sentir,
Para matar la soledad que nos llevó a encontrarnos.
Despertar por despertar;
Por el hermoso hecho que me resulta
Despertar, y volverte a ver.


martes, 4 de octubre de 2011

Gamelero (Tango)


Hay que calentar la garganta,
Si querés cantar un tango.
Gamelero de gamela despintada,
En tu olla ya no hay nada, y nada podes hacer.
Un tubazo a la vieja, que te pase la receta
Pa’ comer con los dos mangos que te quedaron de ayer.
Te atiende y con voz muy preocupada,
Te pregunta ¿Qué te falta? Y le tenés que mentir.
-Mira vieja, acá no falta nada, llamé para saludar!
Cortas y derechito a la cantina,
El menú que se termina y no alcanzaste a morfar.
Corriendo te vas para la parada,
Pedis bono a la pasada porque ya no tenés mas.
El Bondi que deja en la en la puerta,
Que te lleva a tu gamela, que te junta con los guachos:
Están en la misma que vos!
Con hambre no se puede leer un libro
De experiencia te lo digo, porque a mí ya me pasó.
Se juntan, para matar la malaria
Revolviendo los armarios para ver que les quedó.
Cocinan, ahora hay que lavar los platos
Hay que ordenar la mesa la mesa y hay que servir el pan.
Sonrisa, cada uno que se sirva;
Y acá matamos el hambre con la olla popular.



lunes, 26 de septiembre de 2011

Te diria


Te diría al oído si pudiera
Que eres hermosa como una flor,
Pero las flores son perfectas, y nosotros
Por naturaleza no.
Diría que tus labios son dulces como miel,
Pero no los he probado aun.
Diría que tu voz es la de un ángel,
Pero nunca alguno me habló.
Diría que tus ojos parecen estrellas,
Pero estrellas brillan más de dos.
Diría que el viento hace el amor en tu pelo,
Pero no estoy dispuesto a compartir mi amor.
Diría que tu mano es fría,
Pero tu caricia prende fuego mi interior.
Diría que tu piel es del color que más me gusta,
Pero ni siquiera se mencionar el nombre de tu color.
Diría que tu sonrisa es como el primer rayo de luz de la mañana,
Pero tu belleza avergüenza la del sol.
Diría que ya no puedo verte,
Pero tu presencia riela en mi corazón.
Te diría todo lo que siento,
Pero te amo en silencio,
Desde mi soledad.

martes, 13 de septiembre de 2011

De uñas y amores



¡Que lindo y relajante es comerse las uñas! Uno mira ambas manos, observa detenidamente cada uno de sus dedos y selecciona, según la ocasión, la uña de qué dedo será la victima de un feroz y descontrolado ataque de dientes. O talvez, no sea tan feroz y descontrolado. Y mas bien sea delicado y cariñoso el roce y los besos de dientes enamorados de transparentes uñas, y en cada beso le sacan un pedacito, que quien no entiende nada de amor diría q la uña quedo horrible, mientras que nosotros la contemplamos maravillados de la obra de arte de nuestros dientes. Muchas veces nos dirán que no hay que comerse las uñas, nosotros contestamos con una falsa sonrisa, porque nos damos cuenta que quien dice eso, de amor no entiende nada.
Si no nos comiéramos las uñas, estas podrían crecer indeterminadamente hasta tocar el mismo suelo que pisamos o hasta que débiles y viejas se partan al chocar algún dañino objeto que nos rodea. Si esto pasara serian uñas desdichadas por haber muerto sin ser amadas, desdichadas porque nunca nadie les dedico un toque para darles forma. Ni mencionar que si crecieran, además de no sentir ese amor único que solo ellas y nosotros entendemos, serian uñas sucias, horribles o simplemente asquerosas, según quien lo mire.
Solo cada uno entiende el amor que necesita esa capa transparente que se para sobre nuestros dedos y crece indiscriminadamente hasta que nosotros le pongamos su limite.
El avance de la tecnología y la ciencia ha sido tan grande, que hoy contamos con elemento y personas que “nos cuidan” nuestras uñas. Como esto no alcanza, también se crearon sustituciones de las uñas para hacerlas ver mejor, según la vista descorazonada de ellos. La ciencia y la tecnología nada entienden de amor, no entienden de besos apasionados y caricias fogosas entre uñas y dientes.
Por eso solo uno puede contemplar la belleza de la uña que fue amada, porque solo uno lo siente.
También encontraremos a aquellos idiotas y melosos del amor, que de tantos besos y caricias iran desgastando la relación y matando a su amada.
Es decir, se recomienda amar, pero con cuidado.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

En nuestra oscuridad



En nuestra oscuridad
Cuando se apagaban las caricias
Y el calor todavía se hacia presente,
Cuando los ojos brillosos se cerraban
Y el abrigo se hacia desear;
Allí encontré nuestro final.

Quiera Dios que sea eterna esa noche
Para no tener que despertar.
Para no encontrarme vacío con ese recuerdo
Que nos dibuja una sonrisa
Mientras pensamos: ¿Qué quedará?

¿Cual es el miedo que nos aprisiona?
¿Cual es el sentimiento tácito que escondemos?

Hablan nuestros ojos y nuestro cuerpo,
Pero la voz se hace muda,
Y hasta el más sordo la entiende.

Encerrado en la idea de no tenerte
Camino la calle fría
Y el viento me recuerda tu caricia.

Quiera Dios que sea eterna esa noche
Para no tener que despertar 
Nuevamente envuelto en soledad.